—¿Qué sabemos nosotros —había dicho— del mundo y del universo que nos rodea? Nuestros medios para captar información resultan absurdamente escasos, y nuestra noción de los objetos que nos circundan infinitamente estrecha. Sólo vemos las cosas de acuerdo a los órganos con que las percibimos, y nos resulta imposible formarnos una idea de su naturaleza absoluta. Pretendemos abarcar el cosmos complejo e infinito por medio de cinco débiles sentidos, cuando otras existencias dotadas de una serie de sentidos más amplios, poderosos o diferentes, no sólo podrían ver cosas totalmente distintas de las que nosotros percibimos, sino que también serían capaces de estudiar y descubrir mundos enteros llenos de materia, energía y vida que se hallan en contacto con nosotros, aunque resultan inaccesibles a los sentidos de los que actualmente disponemos. Siempre he creído que esos mundos extraños e inalcanzables se encuentran muy cerca de nosotros, y ahora estoy seguro de haber encontrado un medio para traspasar la barrera.