Han pasado varios días desde que tu grupo volvió a adentrarse en la jungla; y cada día que pasa, las dificultades que afrontáis son más peligrosas y frecuentes. Conseguir suficiente comida y suministros para el viaje es una lucha constante, y los habitantes de la jungla os acosan a cada paso. Por suerte, aún no habéis visto rastro alguno de los hombres serpiente que atacaron la expedición anterior, pero estáis seguros de que están ahí. Observando. Esperando.
La mañana del sexto día, encontráis la entrada. Es la enorme abertura de una cueva, parcialmente tapada por árboles, maleza y enredaderas. Pese a su enorme tamaño, estáis a punto de pasar de largo de la gran caverna. En torno a la entrada de la caverna hay seis columnas de piedra cubiertas de extrañas marcas y grabados que emiten un tenue brillo rojo. Quizás alguno de vuestros guías entienda lo que significan.