Aitor Solar | Escritor |
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La fuente de las tinieblas | Edge Entertainment | Jul 2016 |
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No sé si es un cumplido o una crítica, pero no pude disfrutar de este relato porque lo pasé muy mal mientras lo leía.
Vaya, pues lo siento. No me gusta que la gente lo pase mal leyéndome, nunca pongo gore ni escenas desagradables, pero supongo que ciertos temas pueden resultar incómodos .
Saludos,
Entro
En este caso es una cuestión personal, una cierta incomodidad con el tema del relato. Siempre lo paso muy mal en las historias en las que
las protagonistas de las historias de terror son mujeres embarazadas, sobre todo cuando empiezas a sospechar que la verdadera procesión va por dentro...
.
Me gustó el relato, pero me puso muy nervioso. Estuve tentado varias veces de saltármelo.
Incomodar al lector es un logro que cuesta desbloquear como autor, ¡enhorabuena Entro!
Sí, enhorabuena por el relato. A mí me gustó, además de el conjunto, algo que eché en falta en otros relatos: el tempo. Poco a poco se va descubriendo el asunto y sin giros bruscos. Muy buen relato. Como comentas en el epílogo seguramente haya sido tratado el mismo tema en otros relatos, pero es desconocido por mí. Así que me sorprendió el referente a los mitos y... el final.
Parece el capítulo piloto de una teleserie de invasión extraterrestre.
Retomar un clásico de terror -"aventuras y desventuras de una mujer embarazada"- es un reto del que, a mi entender, sales más que airoso.
Los malos... ¡que inmensa capacidad para hacerlos verosímiles!
en la cosmogonía de terror vasca también están, con diferentes nombres según el valle: los sugoi, los sugaar... seres anteriores a los gentiles, que ya eran en esencia antropomorfos y que desaparecieron -o se recluyeron- tras la aparición de Tximu, Jesucristo, que ¡oh ironía! etimológicamente es "el mono", contrapuesto al "reptil"
El final he de decir que me encanta. Somos una especie deficiente, pero capaz de lo mejor. Y, como decían en el único gran capítulo de Penny Dreadfull, el que seguía un estilo epistolar
Te quiero tanto que, para salvarte, sería capaz de más que darte mi vida. Sería capaz de matarte
Qué relato más bien llevado. Pese a ser el más extenso de la antología se me ha hecho muy corto, y la intriga se ha mantenido hasta el final.
Final que, por otro lado, es redondo.
Eso sí, en un pasaje muy concreto, realmente he sentido malestar. Qué mal cuerpo...
A falta de leer Festimal y el Epílogo, creo que este es el relato que más me ha gustado de todo el libro. Argumento, personajes, diálogos, un modo genial de renovar a los Hombres Serpiente (seamos sinceros, estaba esperando leer el "Ka Nama Ka Lajerama" en algún sitio)... Un relato memorable que te tiene en vilo hasta el final.
De este relato, además del ritmo, lo naturalmente que se empatiza con la protagonista, el final, etc. Lo que más me gustó fue la actitud del médico y el lenguaje que emplea. (se nota que Entro se documentó bien)
Yo me muevo a diario en el mundo hospitalario y he visto a algunos médicos que tratan con una frialdad y desapego a los pacientes que os dejaría alucinando (me viene un caso a la cabeza de un doctor que se refería al paciente -en general- como "el bicho", y no es lo peor que he visto...)
Yo, que soy un estirado, el relato me ha parecido muy correcto (todo en su lugar y muy de mi agrado). Sobre todo, aprecio mucho la verosimilitud de la jerga médica y farmaceútica.
Venga, que sólo me queda uno.
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