Mikel Rodríguez Álvarez | Escritor |
▲Volumen▼ | ▲Editorial▼ | ▲Año▼ |
---|---|---|
Sacamantecas y otros relatos vascos de terror | Txertoa | 2011 |
Página 1 |
¿Relacionado? En este caso la relación, salvo por alguna referencia bibliográfica o la cita de un personaje como el infame conde d´Erlette, me parece bastante lejana. En cualquier caso ¡Me siento muy alagado porque se establezca ese honorable parentesco!
Lo cierto es que a los miembros de las Reales Sociedades de Amigos del País se les persiguió por poseer libros prohibidos y que menos que contener un par de grimorios en sus bibliotecas.
También está la parte del Wéndigo, que aunque como criatura es muy anterior a la génesis de los Mitos, fue luego "asimilada" a estos como Ithaqua.
Saludos,
Entro
Si. Hoy precisamente terminé de REleer el relato de Blackwood.
Investigando un poco (solo un poco) quiero destacar el texto introductorio al relato de La Llamada de Cthulhu, que es del propio Blackwood.
Lo que quiero decir () es que el Wendigo no solo se convirtió después en el Ithaqua de Derleth, sino que influenció a HPL para crear posteriormente sus Mitos.
Como bien sabéis, tambien aparece (con mucho acierto, a mi parecer) en el estupendo volumen recopilatorio de Alianza de Los Mitos de Cthulhu. No solo es una asimilación posterior, para mi es una influencia directa.
Las etiquetas que está asignando Entropía a los relatos de tu libro, Buscaglia, me hacen tener más ganas de leerlo. Pensaba que las referencias serían más secundarias, pero ya llevas unas cuantas más que interesantes. La más llamativa para mi: ¡Perros de Tíndalos!
Saludos,
g.
Lo que quiero decir () es que el Wendigo no solo se convirtió después en el Ithaqua de Derleth, sino que influenció a HPL para crear posteriormente sus Mitos.
Como bien sabéis, tambien aparece (con mucho acierto, a mi parecer) en el estupendo volumen recopilatorio de Alianza de Los Mitos de Cthulhu. No solo es una asimilación posterior, para mi es una influencia directa.
Las etiquetas que está asignando Entropía a los relatos de tu libro, Buscaglia, me hacen tener más ganas de leerlo. Pensaba que las referencias serían más secundarias, pero ya llevas unas cuantas más que interesantes. La más llamativa para mi: ¡Perros de Tíndalos!
Saludos,
g.
¿Es el cuento en el que sale un canadiense francófono melancólico perdido en la inmensidad del bosque? Je, je, siempre dando caña a lo latino. Dejar a la jauría de Tíndalos suelta por San Sebastián me pareció interesante.
Entropía, ¡ni me había dado cuenta de esa relación! Mi wendigo se parece al bichejo que se enfrenta a Lobezno en los tebeos de la Patrulla X, es decir, todavía es más cultura popular, mezclado con el de la peli de terror ambientada en una guarnición aislada en un fuerte donde el protagonista es un militar veterano de la guerra contra México donde el wendigo se los va comiendo.
Aunque, ahora que lo pienso, la primera referencia al "bosque inmenso" del inicio del relato probablemente está inspirada de forma no pensada del relato "El wendigo" del recopilatorio de Alianza.
Me estáis haciendo pensar demasiado
Acabo de recordar que esta historia tiene un epílogo muy curioso. Y terrorífico. El relato se desarrolla en una mansión que ya no existe: el Seminario de Artes Ocultas de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (a los científicos seguramente os sonará porque allí trabajo Elhuyar, el descubridor del wolframio). Vi fotos del edificio de la década de 1920 y pensé ¡ese es el lugar idóneo para ambientar la historia!
Pero la cuestión es que, hace un par de años, cuando hacía la promoción del libro, me informaron de unos datos que desconocía. Y sí, ¡la casa encantada que nos cae en herencia!
Un erudito sesentón me comentó que hacia 1920 el dueño del inmueble decidió derribarlo para construir un cine en el solar. Y, en la obra, una piedra de sillería mató a su hijo ante sus ojos. El edificio acabó desmontado piedra a piedra y fue pasando de mano en mano. Todos los intentos de reconstruirlo acabaron mal y, actualmente, está en un almacén de la Diputación esperando que algún loco se atreva a erigirlo de nuevo.
Página 1 |