Toldees, Mondath, Arizim, éstas son las Tierras Interiores, las tierras cuyos guardianes, ubicados en los confines, no ven el Mar. Más allá, por el Este, hay un desierto que jamás turbaron los hombres. Amarillo, manchado por la sombra de las rocas, y la muerte yace en él como un felino al sol. Están cerradas sus fronteras; al Sur, por la magia; al Oeste, por una montaña, y al Norte, por el grito y la cólera del viento Polar. Semejante a una gran muralla es la montaña del Oeste. Viene desde muy lejos y se pierde muy lejos también, y es su nombre Poltarnees, la que mira al Mar.