Nortfolk Cape, New Hampshire.
Querida Mary Elizabeth.
Te echo mucho de menos. Los días son menos luminosos desde que no estás conmigo para verlos. El viaje por Nueva Inglaterra me está dividiendo el corazón. Por un lados paisajes son increíbles. Me recuerdan tanto a mi querida Inglaterra pero a la vez son tan fascinantes y tan bellos que estoy enamorándome de este sitio.
Por otro lado, la ausencia me está matando lentamente y deseo irme ya. Estoy haciendo una pequeña parada en una localidad costera, donde he comprado esta postal para enviártela. Es maravilloso esto de poder enviarte una imagen para que puedas compartir conmigo al menos algo del viaje.
Siento no poder extenderme más, pero parece que ya han reparado el automóvil y tenemos que marcharnos ya porque está atardeciendo y las gentes del lugar nos han aconsejado que evitemos viajar durante la noche. En unas horas estaré de nuevo en Boston.
Cuento las horas que nos faltan para estar juntos de nuevo.
Mil besos, mi flor.
Jonathan Smitherson
Fragmentos de la Guía de Norfork Cape (escrito por Entropía).
Núcleo urbano, zona de la iglesia
Justo al suroeste del puerto, siguiendo por Ailsbury Road, se sitúa el núcleo urbano de Nortfolk Cape, demarcado por Church Street al este y Cavendish Street al oeste.
La zona de la vieja iglesia es antigua y pobre, aunque digna. La propia iglesia se alza como faro del pequeño barrio, pues es austera y data de mediados del siglo XVIII, tras quemarse la primera que erigieron los colonos. El actual reverendo es Marcus O'Donnel, un hombre serio y riguroso, aunque de carácter paternal, oriundo de Boston y que ya lleva más de veinte años en el pueblo, por lo que conoce perfectamente a todos sus feligreses. Ya que no hay más iglesias en el pueblo y que Marcus no es nada integrista y cree que todas las almas buscan al mismo dios por distintos caminos, el reverendo atiende también a los creyentes de otras ramas del cristianismo, como católicos, protestantes, etc., proporcionando siempre su sabio consejo. Muchos se preguntan qué secretos de confesión guardará este hombre tras su discreta sonrisa, y también quién estará enterrado en las tumbas anónimas del suelo del altar.
Cerca de la iglesia se haya la consulta de un médico rural llamado James Patterson, el segundo doctor de Nortfolk Cape. Tiene unos treinta años y su familia posee prestigiosas clínicas en Boston y Arkham, aunque se rumorea que no mantiene buenas relaciones con su padre y que sufrió desagradables experiencias en la Gran Guerra, cuando estuvo destinado en Francia. A pesar de que lleva poco tiempo en el pueblo, parece un médico competente y se ha integrado perfectamente en la comunidad. Es buen amigo del coronel Morrison, y se dice que ambos beben en la mansión de éste licor de contrabando. Está prometido con una joven de High Peak de buena familia, y mucha gente confía en él para no tener que acudir al doctor Auburn.
Barrio rico
La zona más al interior se eleva unas decenas de metros y contiene las casas y mansiones de las tres o cuatro familias verdaderamente influyentes del pueblo, así como algunas casas de recién llegados a la zona que han comprado viviendas aquí y que son mirados con cierto desdén por los “viejos ricos”. Antiguamente la familia Cavendish era la más poderosa, pero poco a poco fueron dilapidando su fortuna. Sólo queda en Nortfolk una rama de los Cavendish, aún ricos pero indolentes y a decir de algunos, moralmente degenerados. Actualmente son los Weston los que manejan la industria local, y parece claro que están haciendo muchísimo dinero con el contrabando de alcohol. Aunque mantienen una fachada de dignidad y respetabilidad, no es menos cierto que ya ha habido algún conflicto entre bandas que amenaza con traer el crimen a esta tranquila comunidad.
En una de las casas que pertenecieron a estas familias ricas se ha instalado Thomas Sun, un profesor universitario en su año sabático, al que un amigo ha cedido la mansión para que pueda escribir con calma y sin los agobios de la vida urbana. Es un hombre serio y apartado, de unos treinta y cinco años y de mirada inquisitiva. Tiene pocos amigos, aunque suele reunirse con el señor Canales en un café del pueblo para mantener animadas tertulias políticas y literarias.
También en este barrio vive el otro médico de Nortfolk, el doctor Auburn, de casi sesenta años y que lleva más de treinta prestando aquí sus servicios. Aunque no se duda de sus conocimientos, su estilo chapado a la antigua y su desconfianza respecto a la medicina moderna hace que los habitantes más progresistas o preocupados por su salud prefieran no acudir a él. Como decano en el pueblo, es quien certifica las defunciones y decide si una muerte es natural o no (si no lo es, se envía el cuerpo al forense de Arkham), así que ha podido tomar decisiones muy importantes respecto a sucesos ocurridos en todos estos años.