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La Gran Guerra

La Primera Guerra Mundial y los Mitos de Cthulhu.


No se puede comprender la década que nos ocupa en lo referente a Europa (y a buena parte del mundo) sin estudiar las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (llamada por lo general "la Gran Guerra" hasta que llegó la segunda, la cual por cierto se puede considerar consecuencia de las heridas que quedaron sin cerrar tras la primera). El conflicto bélico no sólo redibujó las fronteras del continente y creó duraderas crisis económicas y sociales, sino que supuso el principio del fin para la hegemonía europea en el mundo.

Aunque un tema como este daría para toda una enciclopedia, he aquí un breve resumen para poder enfocar los siguientes capítulos.

Veteranos

Existen reglas para llevar veteranos de la guerra como personajes de La Llamada de Cthulhu tanto en la campaña La bestia no debe nacer como en Green and Pleasant Land (y en Tierra de Nadie para crear PJ soldados) En El Rastro de Cthulhu, se incluye esta opción dentro de las reglas para la profesión de militar. En general, los personajes veteranos tienen más experiencia (puntos a repartir, incluidas habilidades de armas) pero probablemente sufran secuelas tanto físicas como mentales (y quizá incluso adicciones, por ejemplo por un tratamiento con morfina). Que un personaje sea veterano de guerra introduce además amplias posibilidades para nuevas partidas sobre lo que allí sucedió y los PNJ que conoció.

La guerra

Tradicionalmente se ha considerado el asesinato del archiduque Francisco Fernando (Franz Ferdinand) en Sarajevo como el desencadenante de la Primera Guerra Mundial, aunque obviamente las luchas de poder entre las grandes potencias europeas llevaban décadas tejiendo una compleja red de alianzas e intereses mutuos que, a pesar de haber logrado mantenerse equilibrada desde las últimas décadas del siglo XIX, acabó por arrastrar a la guerra a todos sus integrantes.

Por el bando de las potencias centrales intervinieron en la guerra Alemania, el Imperio Austrohúngaro, el Otomano y Bulgaria, y en el de los aliados (también llamado la Entente) Gran Bretaña, Francia, Rusia y más adelante Italia y los Estados Unidos, con la participación de menor entidad de otros países. El balance final fue de casi diez millones de soldados y unos siete millones de civiles muertos, y veintiún millones de heridos de diversa consideración.

La imagen típica de las trincheras de la Gran Guerra, con cargas suicidas que sólo logran retrasar el frente unos centenares de metros, corresponden al frente occidental, situado en la parte nororiental de Francia, entre franceses y británicos, por un lado, y alemanes por el otro. Allí se libran batallas, como la de Verdún y la del Somme, con cientos de miles de víctimas cuya muerte apenas altera el curso de la guerra.

Los Mitos y la guerra

No parece muy buena idea adjudicar orígenes sobrenaturales a la locura (tan humana) de la guerra, por los mismos motivos dados para los nazis, pero eso no impide plantear que diversos seres y razas de los Mitos se vean beneficiados por el conflicto. Los principales podrían ser los lloigor, según Tierra de nadie, pues se alimentan de la desesperación de la humanidad. Es de suponer que Nyarlathotep disfrutaría también de tanta muerte absurda: ¿qué sucedería si un soldado reconociera la sonrisa del Hombre Negro en el oficial superior que le ordena una carga suicida contra las trincheras enemigas?

Algunas aventuras en las que pueden involucrarse los soldados movilizados en el frente aparecen en la ya mencionada La bestia no debe nacer o en el suplemento (en alemán) de Pegasus Niemandsland. En el mismo idioma, Kriegskinder ("Hijos de la guerra") se centra en las tropas americanas desplegadas en Bélgica, y Die Brut des Ghouls, en las alemanas en Polonia.

En el este el frente es más volátil y varía con las diversas ofensivas, lideradas inicialmente por los rusos y luego por las tropas alemanas y austriacas, cuyas decisivas victorias ponen al régimen zarista en un aprieto (que desembocará en su fin tras las revoluciones de 1917). En el sur, las tropas austrohúngaras y búlgaras se enfrentan a los serbios y, posteriormente, a los italianos; en general la victoria sonríe aquí a los primeros hasta los compases finales de la guerra.

También se lucha en África, básicamente en las aisladas colonias alemanas (Camerún, África Oriental Alemana, África del Sudoeste…) y en Asia, en particular en Mesopotamia, entonces parte del Imperio Otomano, y en los Dardanelos, cerca de Estambul. Aunque hubo enfrentamientos navales al estilo clásico, principalmente el de la batalla de Jutlandia, la superioridad naval británica es incontestable y sólo los submarinos alemanes logran ponerla temporalmente en jaque.

A pesar de la derrota rusa en el este, que permite a Alemania prolongar unos meses más la contienda, la victoria es finalmente para los aliados, que cuentan con el decisivo apoyo estadounidense a partir de 1917. No obstante, no se puede hablar de un final claro para la guerra. Los derrotados (Alemania, Hungría, Austria, Turquía, Rusia) consideran injustos los tratados de paz que se ven obligados a firmar, un grupo al que se suma Italia, cuna del irredentismo. El derecho de autodeterminación de los pueblos, enarbolado por el presidente norteamericano Wilson para evitar futuros conflictos, es usado al final de forma arbitraria para debilitar a los enemigos de Francia y Gran Bretaña, y los conflictos interétnicos porsiguen durante toda la nueva década. Los Estados Unidos, quizá la única potencia capaz de ejercer la presión necesaria sobre los países díscolos, regresan a su tradicional aislacionismo y Europa queda de nuevo a su suerte.

Mujeres en guerra

La Gran Guerra cambió el papel de la mujer en la sociedad occidental, acelerando las reformas que se venían dando desde el siglo XIX (dicho sea de paso, por uno u otro motivo las asociaciones feministas apoyaron casi unánimente la participación en la guerra). Con casi todos los hombres útiles en el frente, las mujeres fueron empleadas masivamente en la industria armamentística, por supuesto, pero también en la agricultura, las oficinas o los transportes públicos, y en general allí donde hiciera falta mano de obra. Esto permite que los personajes femeninos tengan acceso a prácticamente todas las habilidades sin que resulte anacrónico (aunque en las décadas posteriores la tendencia se invirtió ligeramente, salvo durante la Segunda Guerra Mundial).

La gripe del 18

La famosa "gripe española" de 1918 (activa hasta 1920) mató entre cincuenta y cien millones de personas, más que la propia guerra (aunque sin duda, la destrucción de infraestructuras y la aglomeración de soldados provocadas por el conflicto bélico contribuyeron decisivamente a la rápida expansión de la enfermedad). Con una tasa de mortalidad de entre el 10 y el 20% de los infectados (en especial la segunda oleada), era especialmente peligrosa en individuos jóvenes y sanos, por motivos aún debatidos.

Recibe su nombre porque en España, al ser un país neutral, no había censura de guerra y los periódicos pudieron informar abiertamente sobre la pandemia. A pesar de lo que pueda parecer, el efecto en la Península Ibérica no fue peor que en otros países. Se cree que su origen estuvo en algún cuartel de los Estados Unidos.

Dentro de los Mitos, seres como los hombres serpiente y los hongos de Yuggoth podrían estar detrás de la creación de esta mutación letal del virus de la gripe común, quizá con la intención de acrecentar la devastación de la guerra. Tal vez si aquello no supuso el fin de la humanidad fue por la intervención anónima de algunos aguerridos investigadores…

También hubo mujeres en el frente, sobre todo enfermeras (la principal tarea de las féminas en la Gran Guerra, donde algunas recibieron medallas y muchas más murieron o fueron heridas), pero también como traductoras, telefonistas, instructoras, etc., principalmente en el WAAC (Cuerpo Auxiliar Femenino) británico. En los ejércitos americano, británico y francés no hubo (oficialmente) mujeres combatientes, pero sí aviadoras enroladas como pilotos de reconocimiento (lo cual no te libraba de ser atacado por el enemigo) en el ejército francés y sobre todo en el ruso. En este, debido a las confusas ordenanzas, hubo algunas mujeres soldado antes de la caída del zar y en especial bajo el gobierno provisional de Kerensky, donde se formó por ejemplo el famoso Batallón de la Muerte, integrado sólo por mujeres. También en el frente balcánico lucharon mujeres en primera línea.

Nuevas armas

La Gran Guerra supuso la aparición de nuevas armas y vehículos militares, que sin duda muchos jugadores querrán aprovechar en los años 20. Los temidos submarinos (que aparecen por ejemplo en el clásico relato de Lovecraft El templo y en escenarios de Huida de Innsmouth y Grace under Pressure) son protagonistas de U-Boote Heraus!, del futuro suplemento de Pagan Publishing Horrors of War, ambientado en la contienda, y que también incluye una aventura en un dirigible. Estos zepelines, usados también en tiempos de paz (y que participaron en la conquista de los polos, como se comenta en la campaña Walker in the Wastes), no entraron en decadencia definitiva hasta el desastre del Hindemburg en 1937, en Nueva Jersey, que da de por sí para otra partida.

Si hubo excedentes de guerra que llegaron fácilmente a los civiles fueron los aeroplanos, y no sería extraño que un personaje se hiciera con un biplano, obviamente desarmado y en general anticuado, pero aún útil (los "circos voladores" de acróbatas del aire solían nutrirse así de aparatos y piezas de recambio). Aunque no se puede decir lo mismo de los tanques, se podría contactar con veteranos capaces de acorazar un vehículo para una misión "especial".

Es posible que en el mercado negro se encuentren también lanzallamas, usados principalmente por los alemanes pero que no eran demasiado eficaces salvo a muy corta distancia y, en cambio, muy proclives a fallos. En cuanto a los gases, que fueron utilizados por británicos, italianos y españoles en las guerras coloniales de los años 20, eran poco eficaces contra un enemigo bien equipado pero, de nuevo, pueden resultar fundamentales en ciertas circunstancias, siempre que haya un modo de "distraer" esos excedentes de guerra que nadie echará de menos. Será más sencillo conseguir las máscaras antigás, que se usaron ampliamente en la industria civil, en especial en la química.

Los tratados de paz

Si algo caracteriza a los diversos tratados de paz de la Primera Guerra Mundial, desde el de Brest-Litovsk (entre alemanes y rusos) al de Versalles (entre los aliados y Alemania) o al de Sèvres (aliados con los otomanos), por mencionar sólo unos pocos, es la intención de dejar debilitado y atado de pies y manos al país derrotado, el cual firma sólo bajo la amenaza de proseguir el conflicto, pues realmente no tiene la menor intención de cumplir sus términos. En esas condiciones, no resulta extraño que la paz sólo fuera un paréntesis, roto a menudo para imponer el cumplimiento de las condiciones firmadas (invasión francobelga del Ruhr) o forzar su revisión (revolución turca). La resistencia se plasma en el irredentismo (exigencia de anexión de territorios considerados irrenunciables) o en la preparación soterrada para una nueva guerra, como es el caso soviético y en especial el alemán, donde llega a existir un ejército paralelo, entrenado en el extranjero, para soslayar las limitaciones impuestas por los aliados.

Ucronía

Las obras de ficción con una historia alternativa suelen partir de un resultado distinto para la Segunda Guerra Mundial, pero lo que aquí planteamos como entorno de juego es una divergencia desde la Gran Guerra. Aunque las especulaciones sobre lo que podría haber sucedido no tendrían fin, en general la victoria de las Potencias Centrales hubiese requerido que los Estados Unidos no llegaran a intervenir, para lo cual sería necesario a su vez que la derrota francesa fuera rápida o que Gran Bretaña no deseara involucrarse a gran escala en el conflicto. Se ha conjeturado que un ataque inicial masivo de Alemania contra Rusia, confiando en una línea de fortificaciones defensivas para contener el frente occidental, no hubiese requerido la invasión de Bélgica y habría desmontado muchos de los argumentos para la intervención británica.

Por supuesto, podemos introducir a los Mitos en la misma clave de esa desviación de la historia oficial. Imaginar al Káiser pactando con los profundos para romper el bloqueo marítimo, a la Hermandad de la Piel convirtiendo en títeres a las tropas británicas en Mesopotamia, o que Rasputín no hubiera muerto en 1916 y hubiese usado sus artes ocultas para evitar la revolución antizarista, abre todo un mundo de posibilidades para quienes estén cansados de la historia oficial.


Europa antes de la guerra.


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Página 1
Neddam Bibliotecario
12-01-2010 15:16

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Muy interesante la información, me sorprende sobretodo el nº de muertos (casi murieron tantos civiles como militares) y lo de que quedaran tantas rencillas y asperezas pendientes que no acabarian de limarse hasta la 2ª GM.

A mi siempre me ha encantado empezar mis campañas de Cthulhu en la Gran Guerra, aunque haya sido a modo de preludio, mas que nada porque me gusta que los pj\'s tengan un buen vínculo entre ellos y no hay mejor vínculo que compartir una experiencia tan vital como tiene que ser participar en una guerra de estas proporciones.

La primera vez lo hice con la Bestia no debe nacer y la segunda con el Tierra de nadie, veremos que uso la próxima vez :)

Entropía Bibliotecario
12-01-2010 16:19

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↕ 1 hora ↕
Tal como dijo neddam:

y lo de que quedaran tantas rencillas y asperezas pendientes que no acabarian de limarse hasta la 2ª GM.

Pues ya verás los capítulos de países: en pocos se libraron de guerras civiles, golpes de estado, conflictos étnicos, territoriales...

Saludos,

Entro

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La Gran Guerra
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Modificado 08-01-2010

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