| Juego | La Llamada de Cthulhu |
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| Tipo | Escenarios independientes, años 20 | |
| Titulo original | King of Chicago | |
| Autores | Gary Sumpter, Ugo Bardi, Tadashi Ehara y L.N. Isinwyll | |
| Dibujante | Earl Geier | |
| Editorial original | Chaosium Inc. | |
| Año | 1994 | |
| Título en castellano | El Rey de Chicago | |
| Traducción | Jesús Traverso | |
| Maquetación | Carlos Lacasa, David Saavedra y Sócrates Rincón | |
| Editorial en castellano | La Factoría de Ideas | |
| Año | 2004 | |
| Precio | 14.33€ | |
| Páginas | 54 | |
| Características | Tapa blanda, interior b/n |
Es un suplemento con dos módulos totalmente independientes, relacionados entre sí por estar ambientados en el submundo de la mafia y el crimen organizado. Les acompaña algo de información sobre el tema.
Estaba muy claro que El rey de Chicago no iba a suponer ningún hito en la historia de La Llamada de Cthulhu. Es un suplemento como tantos otros, pero ha sido un alivio y una alegría que al menos saliera publicado algo para el juego tras tantos meses de silencio editorial. En cualquier caso, ahora que me compro los suplementos de Cthulhu por afán de coleccionista más que por otra cosa, creo que estoy alcanzando un grado ideal de neutralidad desapasionada para las críticas (dicho esto con ironía).
Destaca sobre todo el aspecto de la portada, que ha sido coloreada a partir de la edición original. El aspecto interior no es malo, aunque tampoco excepcionalmente bueno. Las ilustraciones cumplen su cometido y el aspecto general es el de un contenido denso y variado.
Un detalle feo que pronto salta a la vista es el exceso de publicidad de la propia editorial que aparece al final del libro. Es cierto que el texto del suplemento acaba a mitad de un cuadernillo y algo habrá que poner para no vender hojas en blanco, pero diez páginas de autopromoción no quedan nada elegantes. Mejor sería pedirle a algún aficionado un modulillo o ampliación para esos espacios que sobran en cada suplemento y, ¿quién sabe?, quizás así hasta descubriríamos nuevos talentos.
Antes del primer módulo tenemos El papel de la Prohibición (de Tadashi Ehara y L.N. Isinwyll), un análisis de la ley seca que no llega ni a una página. Con esa extensión ridícula, no es posible profundizar en un tema tan complejo, aunque si alguien ha nacido en un planeta exterior y jamás ha oído hablar de la Prohibición, le puede servir para hacerse una idea. Por cierto, la matanza del día de San Valentín fue en 1929, no en el ‘28 como se menciona en el texto. En todo caso, conviene echar mano del artículo mucho más extenso que aparece en el Manual del Guardían 2.
Curiosamente, Ehara fue (hace muchos años) editor en Chaosium; me pregunto cuál habrá sido su papel en un miniartículo publicado largo tiempo después. Y claro, L.N. Isinwyll es un anagrama del propio Lynn Willis, evidentemente.
El rey de Chicago (de Gary Sumpter, autor también de En las Sombras) es el primer escenario, y aunque el comienzo (con topicazo incluido) y el final no son gran cosa, el eje central tiene su miga. La trama gira casi exclusivamente alrededor del mundillo mafioso de dicha ciudad (los Mitos aquí representan un papel muy secundario), así que puede servir de introducción a La Llamada para los jugadores que no acaben de pillarle la gracia a los tomos mohosos y las invocaciones de bichos raros.
Este módulo destaca por sus trabajados PNJs y el original entorno donde se desarrolla: en las entrañas de una banda mafiosa. Por eso, en mi opinión sería buena idea hacer que los investigadores comiencen como miembros de la banda que, mientras progresan en ella, van comprendiendo los terribles misterios que oculta. Así, la interacción con otros mafiosos y con las chicas de éstos tendría un significado mucho mayor y sería también más coherente desde el punto de vista argumental.
Los Guardianes que busquen otras partidas donde se relacionen los gángsteres y los Mitos de Cthulhu tienen a su disposición, entre otras:
También en los suplementos de Arkham o de Nueva York, por ejemplo, aparecen conexiones con las bandas locales.
El otro módulo es El secreto de Marsella (de Ugo Bardi). Es hasta cierto punto similar al primero (introducirse en las bandas, evitar los intentos de asesinato y descubrir de dónde proviene el nuevo poder de los mafiosos), pero la ambientación está mucho más lograda, puesto que al emplazarse en Marsella proporciona información sobre la ciudad, sus barrios y sus bandas criminales.
Aquí los personajes han de investigar la procedencia de una gran cantidad de oro que desequilibra la guerra entre gángsteres. Los PNJs también juegan un papel destacado y están bastante conseguidos. No obstante y como en la anterior, la conexión con los Mitos es demasiado tenue al principio y se presenta muy de repente, sin advertencia previa (y encima es tan peligrosa como un enfrentamiento contra el propio Dagón, ni más ni menos). Los jugadores expertos en La Llamada probablemente deduzcan sin problemas lo que sucede, pero mucho me temo que los novatos se quedarán in albis y no le verán la gracia a ese brusco final.
El suplemento termina con Economía del crimen (de nuevo de L.N. Isinwyll), un análisis del mercado negro en cuatro páginas. Explica los conceptos de mercado negro y gris, el precio que pueden alcanzar en él las mercancías y el papel que ocupan los peristas y los sobornos. Peca quizás de ser demasiado teórico, como un libro de texto (p. ej.: "Un mercado se forma cuando algunas personas intentan ganar la posesión de algo que existe"), pero es interesante y útil para improvisar negocios turbios en alguna partida.
Un par de páginas de Ayudas a los jugadores cierra el libro. Nada destacable.
El Rey de Chicago es un suplemento de calidad intermedia en casi todos los sentidos. Entre las ilustraciones hay algunas muy majas y otras bastante mediocres (sobre todo las de los coches), pero en ningún caso son maravillosas o pésimas. La traducción es buena, aunque para mi gusto demasiado literal en la construcción de las frases. Un detalle muy positivo es que la jerga local de Marsella, (pág. 29) se ha traducido sin perder las palabras originales, no como la escabechina que se cometió en la Guía de Londres.
Si hay algo que salve a El Rey de Chicago es la relación de los módulos con el mundo mafioso, algo tan habitual en los años veinte pero que suele quedar olvidado en La Llamada de Cthulhu. Sin embargo, la mezcla es interesante pero no explosiva: parece como si el verdadero terror hubiese quedado atrás, y son más "aventuras" que historias de miedo. Si al Guardián no le importa eso con tal de dar cierta originalidad a sus partidas, o si por el contrario está dispuesto a introducir algo de terror macabro en las tramas (al estilo de Horror en el Orient Express), éste es un buen suplemento para dar otra vuelta de tuerca a los tópicos del juego.
